lunes, 25 de enero de 2016

La VOLUNTAD y el CORAJE:



La VOLUNTAD y el CORAJE:
Muchos padres dicen que sus hijos son muy perezosos. Perezosos, para levantarse, para estudiar, para llevar a cabo cualquier actividad que no implique diversión y a veces incluso, hasta para eso. Que todo les cansa, todo les aburre, que no saben pasarlo bien más que un rato. Que una simple contrariedad les conduce al abatimiento. Que les resulta difícil hacer frente al ocio, incluso mantener una afición o un hobby. Que no logran hacer lo que se proponen y eso les hace sentirse frustrados y estar tristes.

La pereza y, en general, la falta de una adecuada educación de la VOLUNTAD, constituyen una de las más dolorosas formas de pobreza: porque impiden a quienes la padecen disfrutar de la vida y recrear su espíritu al nivel que a nuestra naturaleza humana corresponde.

Hay personas que son como un manojo de sentimientos, que sólo quieren aceptar la parte fácil de la vida. Quieren el fin, pero no los medios necesarios para alcanzar ese fin. Quieren ser premios Nobel sin estudiar, enriquecerse sin dar ni golpe, ganarse la amistad de todos sin hacerles un favor, o ingenuidades por el estilo. Y eso no es serio. No se enfrentan con la realidad de la vida porque están enormemente mediatizados por la comodidad.

De ahí que una buena educación en el Karate Tradicional, sin estar obsesionados por los grados  es vital, ya que está les ayudará a superar y aprender mucho sobre estos puntos tan importantes de la vida. El objetivo primordial de nuestra Academia ISKA no está en enseñarles el cómo ser un campeón, si no que se busca forjarles un gran espíritu, un correcto coraje y una extremada fuerza de Voluntad.

Las personas que quieren triunfar en la vida pero que olvidan el esfuerzo continuado que esto supone, no están bien encauzadas. El Karate Tradicional y un instructor profesional, bien cualificado y con experiencia, te enseñaran que para casi todo en este mundo hace falta el esfuerzo y, si éste lo rechazas, supone rechazar el fin, y no querer de verdad.

Saber encajar los golpes de la vida no significa ser insensible. Tiene que ver más con aprender a no pedir a la vida más de lo que puede dar; con aprender a respetar y estimar lo que a otros les diferencia de nosotros, pero manteniendo unas convicciones y unos principios claros; con ser pacientes y saber ceder, pero sin hacer dejación de derechos ni abdicar de la propia personalidad.

Por eso, en la tarea de educar el propio carácter, o el de los hijos, es muy importante no caer en ninguna especie de neurosis perfeccionista.

Porque errores los cometemos todos. La diferencia es que unos sacan de ellos enseñanza para el futuro y humildad, mientras que otros sólo obtienen amargura y pesimismo. El éxito, volvemos a repetir, está en la capacidad de superar los tropiezos con deportividad.

Las dificultades de la vida juegan, en cierta manera, a nuestro favor, lo importante es adquirir la VOLUNTAD y el CORAJE para continuar sin pausa en este duro camino.

© ISKA Headquarter